Bosque petrificado

Llegamos a Arenillas después de hacer la Ruta del Sol que bordea todo el Océano Pacífico recorriendo kilómetros y kilómetros de playas y pequeños pueblos y caseríos que aun casi 4 años después se les nota los estragos causados por el terremoto del 2016. Iniciamos en Cojimíes donde el hotel del suizo nos acogió con gran hospitalidad, seguimos al pequeño Salango con su tranquilidad al lado del mar, festejando 31 de diciembre, y su buena comida, Montañita con su total ambiente de surfing, Ballenita con la vista alucinante de la Bahía de Santa Elena, Guayaquil con su paseo marítimo y su ambiente costero y seguimos hacia el sur para buscar nuestro bosque petrificado.

bosque petrificado de puyango

Puyango es una muestra invaluable del pasado remoto del planeta, de la evolución y cambios que ha tenido: primero fue un mar por supuesto con organismos marinos y posteriormente por movimientos geológicos, el agua desapareció y todo salió a la superficie llenándola de fósiles que tienen entre 60 y 500 millones de años, se cree que corresponden al final del periodo cretácico. Hoy en día es imposible que algo se petrifique ya que no existen las condiciones para que este fenómeno suceda. Además al estar sepultados no han tenido contacto con el oxígeno, han absorbido todos los minerales de la tierra, se han ido solidificando y reemplazando la materia orgánica.

Las pendientes fuertes y las quebradas han conservado la vegetación natural propia y completa de este tipo de ecosistema así como la altura de entre 360 y 500 metros.

bosque petrificado de puyango

Se ven troncos fosilizados que tienen una edad aproximada de 100 millones de años, son araucarias, helechos, sequoias, hojas primitivas  y restos de fósiles marinos e invertebrados, esqueletos de tiburones, de peces. La cantidad de pedazos petrificados contenidos en un área tan compacta representan una de las más grandes colecciones de este tipo en el mundo. 

bosque petrificado de puyango

Hay en este bosque un enorme árbol Petrino, familia del seibo, que es una especie de los bosques secos; tienen su parte interna hueca donde forma un anillo cada año y muestra su crecimiento en la corteza  donde aparece cada diez años un anillo; así se puede saber su edad, hace poco murió uno que tenía 200 años, que parece es su ciclo de vida.

bosque petrificado de puyango

Salimos de visitar este bosque único y nos dirigimos hacia el camping Happy Fruit que es un finca muy especial agro ecológica, que fue creada manteniendo siempre unos principios de sostenibilidad, protección del medio ambiente y producción orgánica.

Todas las maderas que utilizan en cualquier construcción son de reciclaje, la piscina tiene chorros de agua para oxigenarla, los baños construidos en  bambú, son ecológicos, sin agua sino con aserrín y microorganismos que generan un compostaje, se recogen las hojas, los frutos y material orgánico de todo el terreno para producir compost que es utilizado como abono de las zonas que más lo necesiten, el 30 por ciento de la fruta que cae no se recoge, ya que vuelve a alimentar el suelo y ayuda a aumentar la densidad de los frutales. Cultivan cacao, naranjas, moringa, zapallo, limón, mangos, pitaya y todo tipo de hierbas; así que pasamos nuestro último día en Ecuador muy tranquilos en medio de todas estas plantas, cantos de pájaros y muchas horas en un Kiosco donde había varias cómodas hamacas colgadas.

Nos vamos de Ecuador hacia Perú, después de pasar unas semanas inolvidables en las que hemos sido muy felices por poder compartir con la familia con tanto amor, nos vamos con la gratitud no solo de la hospitalidad sin límites, sino de sentir el cuidado de todos por nosotros, especialmente mi querida y adorada hermana que diariamente fue nuestra guía con todo el amor y dedicándonos su tiempo y su atención que valoramos enormemente y por lo cual siempre estaremos agradecidos.

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