Clown

Los kilómetros y kilómetros de carreteras que recorremos en este andar nos permite encontramos no solo con autocaravanas, carros y camiones, de hecho, nosotros somos los que lo hacemos más cómodos, y, nos sorprende la cantidad de viajeros que van en bicicleta, motocicleta, autostop o a dedo, caminando, solos, en familia, con amigos. Algunas veces paramos a recoger especialmente mujeres que llevamos hasta la ciudad grande que aparezca en nuestra ruta. Por supuesto, siempre conversamos y nos contamos mutuamente nuestras aventuras. Esta vez, habíamos salido de Santiago e íbamos a cruzar la frontera Argentina cuando divisamos a la orilla de la carretera una pareja joven que se veían recargados de mochilas con mucho peso. Efectivamente, costó trabajo acomodarlos en Petra porque sus bultos además de grandes pesaban un montón. La razón: eran escaladores y llevaban todo su equipo. Mabel y Fernando querían llegar hasta San Carlos de Bariloche, para al otro día dirigirse al sitio conocido como La Pared en Puelo y pasar todas sus vacaciones disfrutando este ejercicio que a los que somos de generaciones anteriores nos parece una proeza sobrehumana. 

Cruzamos la primera parte de la frontera, es decir la salida de Chile y justo al pasar la garita final, están paradas dos mujeres levantando su mano, y con gestos suplicantes, una de ellas casi de rodillas nos piden detenernos. Lo dudamos porque ya llevábamos dos pasajeros y 4 enormes bultos, pero era tal la cara de desamparo y ayuda que unos metros adelante paramos y las invitamos a subir. Después de las presentaciones de lugar y la pregunta de siempre de adonde se dirigen, conversamos un poco sobre las actividades de cada uno: la pareja de jóvenes, estudiante de fisioterapia él, de enfermería ella y cuando les tocó el turno a las dos últimas pasajeras al unísono responden: somos clown. Silencio laaargo y luego pregunta: ¿payasos? No, clown. A ver, además de la diferencia de lengua, ¿podrían contarnos todo sobre de donde viene esta nueva actividad? ¿Profesión? ¿Qué es lo que hacen y cómo?

chicas clown

Aquí va lo que aprendimos: el Clown es una técnica teatral, igualmente es alguien que normal pero no exclusivamente está dedicado al teatro, que tiene una mirada particular sobre las cosas cotidianas, sobre los otros, sobre cualquier expresión grande o insignificante del ser humano, que utiliza para hacer reír con espontaneidad y total libertad, sin seguir a un director, ni un libreto.

Investigando un poco encontramos que: “Existen tres tipos de clown, el carablanca que es el que está al mando y representa el poder o la autoridad, el del medio, también llamado Tony que no es tan vivo como este, ni tan bobo como el posterior, y el tonto que es el más débil, al que todo le queda grande, es torpe y le sale todo mal. Para hacer una comparación podemos recordar a los tres chiflados, Mou sería el primero, Larry el del medio y Curly el tonto.”

Pues estás dos maravillosas mujeres: Carla y María Alejandra, son unas payasas revueltas, que entrenan, trabajan con su cuerpo y te mantienen en una comunicación permanente con su mirada, causándonos risas, sensaciones y conexión de emociones durante el trayecto hacia Bariloche, donde a la hora que fuera conseguirían en que irse hasta El Bolsón para llegar a su encuentro de Clown que duraría varios días. Las dejamos en la estación de buses a las nueve de la noche, agradeciéndoles nosotros a ellas, por el rato ingenuo, honesto, entusiasta, especial y curioso que nos hicieron pasar.

Dos días después estábamos en el pequeño pueblo El Bolsón, donde conseguimos un camping a las afueras, así que decidimos ir en bicicleta a conocer y nos encontramos en una esquina con una carpa de publicidad del Encuentro Clown y todas sus actividades, que reunían alrededor de 200 Clown de diferentes partes del mundo. Fuimos a una función maravillosa y nos llevamos la grata sorpresa de encontrarnos nuevamente con nuestras pasajeras. Actuaban dos artistas y una escalera multiforma. Es increíble el manejo del cuerpo y sus acrobacias y sobre todo las expresiones y gestos que transmiten y que te generan desde el ataque total de risa hasta la tristeza, pasando por un acordeón de emociones. Ojalá más frecuentemente todos  podamos “sacar el payaso que llevamos dentro”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *