Las experiencias cuando eres viajero que te llegan al alma normalmente tienen que ver con la gente. Muchas veces hemos pensado en crear un post con “el personaje de…” y si ahora nos decidiéramos a hacer el de Turquía no dudaríamos en que nuestros personajes son Semra y Reha, pareja cálida, equilibrada y tan especialmente anfitriones que nos sentimos en familia desde el primer momento que fueron a rescatarnos para llegar a su camping.
Veníamos de Pamukkale y debíamos encontrar un sitio donde dejar a Petra (la caravana) por tres semanas mientras estábamos en América en encuentros familiares (los 90 de la abuela en Bogotá y el matrimonio de nuestro querido sobrino en la República Dominicana). Así que buscamos ayuda con un amigo de donde podría la caravana estar segura en una ciudad tan grande como Estambul.
Atravesamos la ciudad hacia el lado europeo, más o menos 50 km por autopistas con tráfico para llegar al parqueo y encontrarnos con una hermosa marina que no tenía nada que ver con autocaravanas. El panorama: 5 de la tarde, aumento de tráfico, nuestro amigo no contesta y no tenemos ni remota idea hacia dónde coger, con la preocupación que ya casi oscurece y dónde podremos parquear para dormir en una ciudad de 20 millones de habitantes que no conoces. De pronto un whatsapp con un teléfono. Al comunicarnos nos indican que si, que tienen parqueo, que podemos ir. Uff que alivio! Google maps nos indica que el sitio está a hora y media en el lado asiático al otro extremo de la ciudad. Pasados kilómetros y kilómetros dejamos Estambul atrás e íbamos quitándonos la palabra y asegurándonos el uno al otro que allí, iríamos solo esa noche a dormir porque estábamos en la mitad del puro campo.
Cuantas veces uno asume que la situación será X y la vida te enseña que la realidad es Y.
Kamp Yeri es el oasis ecológico de los parqueos para Autocaravanas. Una casa sencilla y un gran campo para parquear con conexión eléctrica y agua y además 2 chivos con complejo de perro que nos reciben meneando la cabeza con el sonido de su campana al cuello, (casi casi que menean la cola), nos siguen, nos tocan y piden caricias, 15 patos, muchas gallinas, un gato sin cola, todos siguiendo a los chivos y los chivos adivinen a quien!
A la mañana siguiente desayuno con huevos orgánicos y aceite de oliva ídem, un oro oleaginoso como para dioses que Semra cultiva en el oeste del país. Nos mirábamos y nos decíamos de aquí no nos mueve nadie por los próximos tres días hasta que tomemos el avión y además este es el mejor sitio para dejar a Petra en todo Turquía.
No solamente Reha nos llevó y nos recogió al aeropuerto, sino que como despedida y bienvenida nos invitaron a compartir un arroz de leche de los más deliciosos que nos hemos comido, acompañado de té de hierbas naturales del huerto que ellos mismos siembran, cuidan y cultivan, al calor de una fogata, donde aprendimos que no hay diferente tipo de oliva para las verdes o las negras; que el color depende solo de la madurez de la misma y el sabor varía dependiendo del momento en que se recolecte, que el proceso para hacer olivas de mesa o aceite es un negocio completamente diferente.
Gracias por los calabacines y las hierbas aromáticas del huerto, los huevos para el desayuno, la mermelada que nos hiciste de nuestro vecino el árbol de cerezas, las aceitunas de mesa de tu cosecha, el oro puro que es el aceite que produces y las veladas de té y sandía enseñándonos tu mundo. Siempre los llevaremos en nuestro corazón con la seguridad de volvernos a encontrar.
“We are friends now”
Que bello relato, definitivamente Dios le manda a uno Angelitos de carne y hueso cuando los necesita. Esa pareja vivirá hasta los 100 en ese sitio tan especial!!
Así es, increíblemente buenos. Abrazos
Los felicito dos veces… la primera, por el coraje de emprender la Aventura a lo desconocido y llenar sus almas de las mejores experiencias que pueda tener el ser humano, y la segunda… por llevar a cuestas una escritora de la calidad de María Clara, que nos permite vivir esas maravillosas experiencias. Redacción impecable, de grán contenido, amena y que hasta el grán García Marquez le hubiera sacado alguna enseñanza!!
Amigo querido, Gracias por tus palabras no te imaginas el ánimo que me das para seguir. Abrazos
Como bien lo dice, La nene, los Angeles aparecen….inolvidables experiencias y aprendizajes.