Split

Split la gran sorpresa

Cayo Aurelio Valerio Diocleciano Augusto, nacido con el nombre de Diocles, y conocido como Diocleciano, de origen humilde y por lo tanto aclamado por el ejército, fue emperador romano durante 21 años (284-305). Seguro que, si hubiera tenido pasaporte, en el primer puesto de migración el oficial al verlo le diría al leer esta retahíla de nombres: ¿y a Usted como le dicen?

Diocleciano se sentía dueño del poder supremo, quería ser un gobernante que no tuviera ninguna limitación de ley humana, promulgó el primer edicto en el cual ordenó la destrucción de las escrituras, de los lugares de culto y de realizar actos litúrgicos a lo largo del imperio, iniciando la más sangrienta persecución contra las cristianos; impuso formas extremas ceremoniales, al punto de mandar a amputarle la lengua al Diacono de Antioquía por desafiar la orden de la corte e interrumpir los sacrificios oficiales. Finalmente, se retiró por voluntad propia, debilitado y enfermo a su lujosa residencia imperial de la costa de Dalmacia, palacio que sería la base para crear y desarrollar la ciudad de Split.

De una vez podemos aprovechar y dar una mirada a qué pasó después de la abdicación de Diocleciano, sobre todo por el momento crucial para la historia de la Iglesia católica. Inmediatamente el imperio estalló en frecuentes guerras civiles hasta un año después, cuando Constantino el Grande fue proclamado emperador (31 años de monarquía absoluta y hereditaria) volvió la estabilidad. Fue él quien convertiría el cristianismo en la religión principal del imperio y les devolvería todas las propiedades incautadas a los cristianos.

Él adoraba los dioses paganos y se bautizaría solo antes de morir después de muchos años de catecumenado, que en esa época no era la lectura del catecismo Astete, sino hacerle exorcismos, soplarle muchas veces el rostro, aplicarle saliva a las orejas y la nariz, untarle el pecho y los hombros y ponerle sal en la boca.

Así: Constantino sería recordado como el primer emperador que legitimó el cristianismo como sustituto del paganismo; a él le debemos no trabajar los domingos (el día del sol), el haber aplicado la pena de muerte para los que abusaran en la recaudación de impuestos (cómo quedarían nuestros políticos?), el abolir  la crucifixión, aunque a veces provoca volverla a instaurar,  mientras que Diocleciano acabaría siendo demonizado y recordado como el adversario de Dios, por su extrema persecución a los cristianos.

Nosotros lo recordamos y aprendimos de él gracias a esta maravillosa ciudad, que después de ser la casa de descanso del emperador, fue fábrica de uniformes romanos, ciudad fortificada, gobernada por venecianos, propiedad de Austria, parte del Reino Napoleónico de Italia, del Reino de Yugoslavia y finalmente de la República de Croacia. Hoy, es una delicia perderse por las callecitas angostas y laberínticas de su centro histórico, disfrutar uno de sus cafecitos acogedores, comer en cualquiera de los restaurantes sus exquisitos platos de mar y después tomar un digestivo en algún bar amenizado con voces suaves y melancólicas de su música particular.

 

 

3 comentarios:

  1. Un comentario interesante de como su madre, Elena, que aparentemente podría venir de una familia creyente cristiana, fue una gran impulsora de la fe católica, en especial emprendiendo varias expediciones para encontrar la cruz donde Jesús fue crucificado, para finalmente ser convertida esta como uno de los símbolos mas importantes del catolicismo. De hecho, los terrenos donde se construyó la actual Basílica de San Pedro, se dice que fueron donados por Elena, la Santa Elena de Constantinopla.

  2. Mil gracias por darnos tanto conocimiento de la historia de la humanidad..!

  3. Historia valiosa que recorre tantos lugares que desconocemos… Muy interezante información… Gracias!!!

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