Desayuno Turco

La variedad de Turquía tiene su máxima expresión en el desayuno: mínimo 15 diferentes platicos para dos personas pasando de lo dulce a lo salado, lo agrio, lo graso, lo picante:
Aceitunas rojas y verdes, mantequilla turca, grasa amarilla dura en trocitos, miel, mezcla de frutos secos de almendras y nueces picadas, frutas secas, mermelada que es realmente un dulce puede ser de frambuesa, de arándanos, salsa de mani, pepino, tomate, yogur, huevos y por supuesto el pan Lahmacun (muy finito) y el Pide (redondo y ovalado y más grueso). Todo acompañado al final del famoso té, una, dos y porque no hasta tres servidas en sus vasos pequeñitos, con terrones de azúcar incluidos.

Tuvimos la deliciosa invitación a tomar desayuno autóctono en el centro de Diyarbakir con nuestro amigo camarero del café del día anterior, Ammet Cevap, donde estuvimos conversando sobre las costumbres y vida en Turquía. Ammet nos citó a las 8 y 30 en una calle peatonal y desde allí comenzamos a adentrarnos en el centro de esta ciudad famosa y reconocida como la capital kurda. Recordemos que los kurdos son los revoltosos que todo el país respeta. Hace un año hubo una revuelta aquí y las consecuencias todavía se observan ya que una gran parte de la ciudad permanece militarizada y en algunos sitios especialmente a través de las murallas de basalto negro (que forman un círculo de 5,5 kilómetros alrededor del centro histórico) no nos dejaron pasar.

Llegamos finalmente a una callecita muy auténtica con gran variedad de comercios y entre ellos un tipo cafetería con una mesa afuera en la calle. Ese era nuestro sitio . En un abrir y cerrar de ojos mientras nos acomodábamos la mesa se llenó de manjares. Los famosos 15 o más platos estaban exquisitos.

Gracias Ammet por tu hospitalidad, por mostramos los lugares auténticos del centro, la mezquita Ulu Camii tan diferente con sus piedras talladas y con esa sencillez que invita más al recogimiento que a la ostentación; por el desayunadero de dos pisos Hasan Pasa Hani, un precioso caravasar donde en el siglo XVI las caravanas de peregrinos, militares o comerciantes pasaban la noche para reponerse y dejar descansar los camellos y resto de animales en su patio central hermoso con su fuente y donde seguramente como en aquel tiempo las mesas con dos personas tenían un banquete, que perfectamente nos hubiéramos comido todos, si aceptáramos las invitaciones, que con tanta amabilidad nos ofrecían quienes estaban allí para tomar su desayuno. Aprendimos que en Turquía siempre hay que desayunar !

Un comentario:

  1. que tentador!!!!

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